lunes, 15 de agosto de 2011

La Virgen de la Paloma en siete imágenes históricas

Hoy 15 de agosto, festividad de la Virgen de la Paloma, repasamos el origen de esta devoción mariana, una de las más arraigadas entre los católicos madrileños, a través de siete imágenes históricas.



Comenzamos con esta vieja postal que reproduce la pintura Hallazgo y compra del lienzo de la Virgen de la Paloma, realizada en 1901 por Eugenio Oliva Rodrigo (1852-1925). En ella se refleja el momento en el que, según la tradición, fue encontrada la Virgen en los llamados Corrales de la Paloma, a principios de 1787.

Al parecer, unos niños estaban jugando con una tela pintada con la Soledad, cuando Isabel Tintero, una vecina del barrio, los convenció para que se la entregaran, a cambio de unas cuantas monedas.

La mujer colocó la imagen en el portal de su vivienda y, posteriormente, la trasladó a una habitación de su propia casa, para facilitar el tránsito de los muchos devotos que acudían al lugar.



En 1796 se construyó una capilla en condiciones, con el apoyo de la Casa Real. Quedó bajo la advocación de Nuestra Señora de la Soledad, aunque muy pronto se impuso el nombre popular de la Paloma, en alusión a la calle donde había sido levantada.

El pequeño templo fue diseñado por Francisco Sánchez, discípulo de Juan de Villanueva, al más puro estilo neoclásico, como podemos comprobar en el fotografía superior, fechada en el año 1895.



En esta imagen, correspondiente igualmente a 1895, vemos el aspecto que tenía la capilla por dentro. El lienzo de la Virgen se custodiaba dentro de una sencilla estructura de aire clasicista, muy diferente a la actual, mucho más ornamentada y efectista.



La capilla diseñada por Francisco Sánchez fue derribada en 1896. Ese mismo año empezaron las obras de la iglesia que ha llegado a nuestros días, según la proyectó el arquitecto Lorenzo Álvarez Capra (1848-1901), a partir de modelos neomudéjares y neogóticos. Fue inaugurada el 23 de marzo de 1912, si bien la fotografía que acompañamos es bastante posterior, probablemente de los años cuarenta del siglo XX.



Seguimos en la década de los cuarenta del siglo pasado. Ahora vemos el interior de la Iglesia de la Paloma, con la mesa de la eucaristía pegada al altar, siguiendo los cánones de aquella época. En la configuración actual, resultado de las ideas del Concilio Vaticano II (1962-65), la mesa está situada en el centro de la nave, con los bancos de los feligreses alrededor.



Retrocedemos al verano de 1939, recién acabada la Guerra Civil. Esta fotografía de Vidal nos muestra el desfile procesional que tuvo lugar el 6 de agosto, cuando la Virgen fue devuelta a su templo de la Calle de la Paloma, tras ser escondida durante la contienda. Puede verse la comitiva a su paso por la Plaza Mayor.



Concluimos con otra fotografía de Vidal, captada el 15 de agosto de 1942, en plena procesión de la Paloma. Sorprende el rundimentario paso de la Virgen, que desfila sobre una humilde camioneta, camuflada bajo diferentes adornos florales.

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7 comentarios:

  1. Por ser la Virgen de la Paloma... y un mantón de la Chi nana, Chi nana, Chi nana, y un mantón de la China... te voy a regalar.

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  2. Tal vez me acerque a ver la procesión, hace muchos años que no voy y falta en mi blog, hice la del Corpus y ni siquiera lo publiqué por falta de ganas y aburrimiento. Como siempre un magnífico reportaje Jesús.
    Estaba probando y probando, y veo que ya puedo mandar comentarios sin ocultarme en el anonimato, jjejeje.

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  3. La verdad es que, aunque el rock es mi música por mi edad de iniciando mi cincuentena, cuando oigo zarzuela, y en especial esta de la Verbena de la Paloma, se me pone la carne de gallina. Don Hilarión, con su morena y su rubia, el ¿dónde vas con Mantón de Manila? etc, etc. Desde luego que, como nacido y criado en Malasaña y ahora residente cercano a Embajadores, esta zarzuela la tengo en la sangre y las demás zarzuelas de Barbieri, el maestro Solozábal, etc, etc.
    Me encanta ver ese templo neo, tanto gótico como mudejar. Muy acertado enesconder de la barbarie esa escena tan castiza, aunque, con la popularidad de la zarzuela desde 1894 en que nació hasta hoy, no creo que la hubiesen dañado los milicianos. Lo que me crispa es ver esa llavada de la virgen en agosto cuando esos díoas eran asesinadas vilmente por el fascismno las "Trece Rosas".
    La terrible guerra INcivil en nuestra ciudad.
    Saludos señor paseante.

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  4. Hola Jesús,
    La primera imagen, la del lienzo, es preciosa. La buscaré para verla con sus colores originales. Inapreciables imágenes de esta fiesta de Madriz, con z, porque más castiza que ésta...
    Por cierto, ¿de dónde viene la tradición del descendimiento por los bomberos?
    Jesús, te has ganado el mantón de honor.
    Un abrazo.

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  5. Hola Bélok:
    ¡Qué alegría recibir de nuevo tus comentarios! Acabo de comprobar que ya ha vuelto la actividad a tu blog. Me alegro de veras, aunque se comprenden esas "faltas de ganas" y ese "aburrimiento". Es que todo esto lleva su trabajito, je je.

    Muchas gracias y bienvenido esta vez, ya sin esa losa del anonimato que has padecido hasta ahora. Un abrazo, Jesús

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  6. Hola Juan:

    Muchas gracias por tu comentario. Rock, zarzuela, pop... en nuestro Madrid tiene cabida todo y sólo hay que darse una vuelta por las fiestas de la Paloma para ver cómo se pasa de ese ambiente tradicional de la procesión (incluso me atrevería a decir que un poco rancio) al bullicio juvenil de los bares del barrio, con sus barras en la calle.

    Es verdad, no había caído en la coincidencia de la llevada de la Virgen con los fusilamientos de las Trece Rosas. Terribles paradojas de nuestra historia.

    Un abrazo muy fuerte, Jesús

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  7. Hola Manuel:
    Muchas gracias. No sé si has conseguido ver el cuadro original, "a color", pero, a mí, me pareció un poco "desteñido", como de estampita. Por eso opté por esta postal en blanco y negro... (por cierto, se conserva en el interior de la propia Iglesia de la Paloma).

    Lo de los bomberos, ni idea... Pero ahí siguen año tras año con sus demostraciones que dan vértigo...

    Un abrazo, Jesús

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