viernes, 25 de junio de 2010

La Capilla del Obispo, en todo su esplendor

Después de más de cuarenta años cerrada a cal y canto, la Capilla del Obispo (1520-1535) abre sus puertas. Hemos tenido la oportunidad de ver su interior, recién restaurado, poco después de que concluyeran los actos inaugurales del jueves 24 de junio de 2010.

Es tanta la emoción que corremos apresurados a colgar las fotografías captadas, sin apenas acompañarlas de datos, pues no queremos demorarnos en compartir con vosotros, seguidores y lectores de "Pasión por Madrid", nuestro entusiasmo.

Se ha tardado muchísimo tiempo, pero, por fin, se ha recuperado uno de los conjuntos arquitectónicos y escultóricos más importantes que tenemos en Madrid y, al mismo tiempo, más desconocidos.



Las puertas de la Capilla del Obispo nos esperan abiertas de par en par. Resulta tan extraña esta imagen que no damos crédito e, incluso, nos ponemos un poquito nerviosos. Pero ahí están, presidiendo la Plaza de la Paja e invitándonos a traspasar la fachada principal, de estilo plateresco, detrás de la cual se esconde una de las escasísimas muestras de arquitectura gótica existentes en la ciudad de Madrid.



Antes de llegar a la capilla propiamente dicha, hay que pasar por este pequeño claustro, cuyo aspecto actual se debe a las intervenciones realizadas en el siglo XVII. Los sencillos arcos de medio punto que le dan forma han sido acristalados, con objeto de aislar el interior y protegerlo de las inclemencias meteorológicas.



En uno de los extremos del claustro, encontramos la espléndida puerta de nogal, que permite acceder (por fin) a la capilla. Hay tanta gente aglomerada que casi no podemos contemplar, y mucho menos fotografiar, los relieves que adornan la puerta. Fueron tallados en 1544, con escenas bíblicas. Habrá que volver para estudiarlos en detalle.

Una vez dentro, no sabemos por dónde empezar, pero, al final, decidimos ir de arriba a abajo. Así que miramos hacia la bóveda nervada, de estilo gótico tardío, que nos sorprende por su soberbia geometría, digno continente del grandioso conjunto escultórico que nos espera a continuación.



Nos topamos con el fastuoso sepulcro de alabastro de Gutierre de Vargas y Carvajal, obispo de Plasencia entre 1524 y 1559, que, si bien no fue el fundador del templo, sí que fue su principal impulsor y mecenas. Es un trabajo que impresiona, tanto por su magnitud como, sobre todo, por su calidad artítistica, toda una referencia de la escultura renacentista castellana. Fue realizado por Francisco Giralte (1500-1576).



El retablo mayor nos deja boquiabiertos. También se debe a Franciso Giralte, quien empleó cuatro años de su vida, de 1547 a 1550, en su elaboración. Está hecho en madera policromada y su factura recuerda a la obra de Alonso de Berruguete, con quien Giralte se formó. Sencillamente, fascinante.



Giralte también labró los sepulcros de Francisco de Vargas e Inés de Carvajal, padres del obispo Gutierre de Vargas y Carvajal. Se encuentran a ambos lados del retablo mayor.



Durante los trabajos de restauración, se acometieron diferentes obras en el suelo, que dejaron al descubierto diversos vestigios del primitivo templo medieval de San Andrés y de su cementerio (hay que señalar que la Capilla del Obispo forma parte del Complejo Parroquial de San Andrés, donde también se integran la iglesia homónima y la Capilla de San Isidro).

Se han localizado tres niveles pertenecientes a las fases constructivas: la original del siglo XI-XII, la ampliación plenomedieval del siglo XIII y una bajomedieval del siglo XV. Parte de estos restos pueden contemplarse por medio de esta "ventana arqueológica", situada a los pies del sepulcro de Gutierre de Vargas y Carvajal.



Subimos a continuación al coro, pero se nos ha hecho tarde y han apagado las luces. Es una lástima: nos quedamos sin admirar el magnífico artesonado del techo. Tan sólo podemos obtener esta fotografía, captada desde el coro, donde se aprecia parcialmente la bóveda nervada que cubre la única nave de la capilla.



Queda poco tiempo. Aprovechamos los minutos finales para echar una nueva mirada a la capilla y hacer las últimas fotografías. El resultado es esta vista general y esta imagen de la bóveda nervada que sostiene el coro.



Artículos relacionados

- El ábside de la Capilla del Obispo

8 comentarios:

  1. Que tío... esta vez te me has adelantado Jesús, jejejejejeje
    Hoy me ha sido imposible acercarme, pero la cita es de obligado cumplimiento en breve. Lástima, podíamos haber ido juntos a tan magnífico reestreno.
    Enhorabuena por el reportaje, magnífica explicación. Ahora me dejas sin saber que decir cuando haga el mío. buaaaaaaaaa

    Ya en serio, esta noche te envidio. No me perdonaré nunca el no haber asistido al momento en que se abrieron las puertas después de tantos años. Yo pude entrar hace 30 años más o menos y todavía me acuerdo perfectamente de todos los detalles.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por mostrarnos a los que estamos en el extranjero esa maravilla que nunca pudimos ver.

    ResponderEliminar
  3. Jesús, una estupenda primicia. Espero poder pasarme pronto a visitarla. Gracias por la información!
    Saludos,

    ResponderEliminar
  4. Hola Bélok. La verdad es que me colé. Al acto sólo se podía asistir con invitación, pero, una vez acabado, el control de asistencia se rebajó considerablemente. Este pequeño artículo es sólo un aperitivillo, comparado con el gran banquete que, antes o después, tú nos va a ofrecer con ese despliegue fotográfico y esa maestría de detalles a la que nos tienes acostumbrados. Así que te animo a que regreses, 30 años después, y veas lo bonito que ha quedado todo.

    Hola Anónimo:
    Gracias a ti por seguirnos... ¡desde el extranjero! Es un placer poder divulgar las cosas bonitas de nuestro Madrid.

    Hola Mcarmen:
    Como le decía a Bélok, hay que animarse e ir. Merece la pena. La lástima es que la visita sólo va a ser posible en horarios de culto y no sé yo hasta qué punto eso va a facilitar la movibilidad por el recinto.

    Gracias por vuestros comentarios. Un abrazo a todos y feliz fin de semana!!!

    ResponderEliminar
  5. ¡Enhorabuena Jesús! por esta preciosa primicia, y sobre todo por haber podido ver la Capilla del Obispo, me parece mentira a mi también ver tus fotos. No me extraña que estuvieras un poco nervioso :-)
    saludos y buen fin de semmana

    ResponderEliminar
  6. Hola, hola
    Ayer estuve en la Capilla y aún permanece cerrada, me dijeron que desde el jueves no la han vuelto a abrir al público.
    Al menos, tu entrada ha sido un gran aperitivo de lo que me espera cuando por fin pueda entrar, jejeje
    Un saludo y gracias por la información

    ResponderEliminar
  7. Yo recuerdo el patio enlosado, como es normal en muchos sitios, porque protege de la humedad a la fábrica.

    No me gusta que hayan puesto esa conífera en medio: es un árbol demasiado grande para un patio tan pequeño y que en cuanto crezca más ni se le podrá admirar ni permitirá que entre la luz al patio.
    Por otra parte el césped es una solución mala también: necesita cuidado constante , y el patio, como he dicho es muy pequeño.
    Me han sorprendido los capitales de las pilastras. Son nuevos. ¿es que tan mal estaban los antiguos, o es una invención del arquitecto gallardoniano (otra vez haciendo de las suyas?

    ResponderEliminar
  8. El arco del coro que sale en la fotografía es del siglo XIX y es similar al arco de la tribuna de la capilla del palacio de Liria. Es un arco tipo "San Juan de los Reyes".
    Como se sabe, esta capilla pertenece (o pertenecía a la casa ducal de Liria)

    ResponderEliminar