sábado, 7 de mayo de 2011

La Cachicanía y el Pozo de Nieve del Monasterio de El Escorial

Volvemos a publicar esta entrada, enriquecida con tres estupendas fotografías que nos ha proporcionado Paz Herrera. En ellas podemos ver la Cachicanía del Monasterio de El Escorial, una de las construcciones más interesantes y, al mismo tiempo, más desconocidas del Real Sitio, que fue proyectada por Francisco de Mora a finales del siglo XVI.

Vaya por delante nuestro sincero agradecimiento a Paz, por su interés divulgativo y sus magníficas aportaciones, sin las cuales este artículo hubiese quedado incompleto. 


La Cachicanía del Real Monasterio (fotografía de Paz Herrera).

Francisco de Mora (h. 1553-1610) fue uno de los arquitectos más influyentes del último Renacimiento español. A él se deben edificios tan notables como el Palacio de los Consejos, situado en la Calle Mayor de Madrid, donde quedó establecido el paradigma de la arquitectura palaciega desarrollada en la capital a lo largo del siglo XVII.

Pero retrocedamos a los primeros momentos de su carrera profesional, cuando se encontraba bajo las órdenes de Juan de Herrera (1530-1597), con quien colaboró estrechamente en la construcción del Monasterio de El Escorial.

De su maestro heredó su férreo estilo desornamentado, que poco a poco fue modelando, con soluciones más imaginativas, acordes con las incipientes corrientes barrocas de su tiempo. El Convento de San José, de Ávila, una de sus realizaciones más relevantes, ejemplifica la armonización de lo herreriano y lo barroco.

En los últimos años de vida de Juan de Herrera, cuando éste se encontraba enfermo y prácticamente incapacitado, Francisco de Mora asumió la gestión directa de diferentes obras del Real Monasterio.

Es el caso de su actuación sobre la Huerta de los Frailes, ubicada junto de la fachada sur del monasterio, donde hizo las puertas de acceso e intervino sobre el Estanque Grande, con el diseño de la imponente balaustrada y de la majestuosa escalera dividida en cuatro ramales.

Además, proyectó la llamada Cachicanía, levantada en 1596 en el entorno de la huerta, donde residía el cachicán, la persona que se encargaba de la hacienda de labranza.

Se trata de un poderoso edificio de planta cuadrangular, dominado por la geometría piramidal de su cubierta y la elegante galería porticada que recorre sus lados.


Otra vista de la Cachicanía (fotografía de Paz Herrera).

No muy lejos de la Cachicanía, se alza el Pozo de Nieve, que también presenta una composición piramidal. Fue la nevera del Monasterio de El Escorial, en la que se conservaban los alimentos destinados al consumo humano.

En su foso interior, se prensaban y almacenaban las nieves recogidas de la sierra, lo que garantizaba temperaturas relativamente bajas, incluso en los meses más calurosos.


Aspecto del Pozo de Nieve, que fue utilizado como fresquera del Monasterio de El Escorial.

Arquitectónicamente, ambos edificios destacan por su perfecto encaje en un entorno hortícola, que, a su vez, se encuentra condicionado por el aire cortesano de la soberbia fachada meridional del Real Monasterio de El Escorial, que enmarca todo el conjunto.

Equilibrio que se logra por medio de una factura típicamente herreriana y de un lenguaje "específicamente rural y exaltador de la vida sencilla campestre" (*), en el que son reconocibles algunos postulados del italiano Sebastiano Serlio (1475-1554).


En esta panorámica pueden verse el Pozo de Nieve a la derecha y la Cachicanía, casi oculta por la vegetación, a la izquierda (fotografía de Paz Herrera).

(*) Bibliografía: Arquitectura del Renacimiento en España 1488-1599. Víctor Nieto, Alfredo J. Morales y Fernando Checa. Editorial Cátedra, Madrid, 2009

9 comentarios:

  1. ¡Salud don Jesús!

    Jolín con la neverita que se gastaban nuestros monarcas. Ahí debían de guardar todo lo que le faltaba al resto de la población. ¿Temían ataque nuclear?.
    Tampoco se queda atrás la choza del cachicán, y qué panorámica desde esos porches porticados.
    Construcciones "realmente" espléndidas, curiosas y muy bien conservadas. No las conocía.

    Un abrazo.

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  2. Ya sabes, Manuel, que nuestros reyes nunca han reparado en gastos. Si había que construir una nevera, se hacía por todo lo alto, de diseño y con chapitel escurialense incluido. Casi ná!!!

    Un abrazo, Jesús

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  3. Hola, Jesús. Me alegro de haberte servido de algo. Muchas gracias por la mención. Me gusta mucho aprender de los demás y compartir lo que yo pueda saber, de ahí que viendo la calidad de tus entradas quise aportar lo que yo sé de cierto, porque tuve el privilegio de estar ahí, conocerlo y tomar las fotos. Comparto la pasión por esa zona, en especial El Escorial (soy de Cantabria, arquitecto y me apellido Herrera, así que podrás imaginar que el tema me "toca" un poco más de lo normal). Tengo imágenes tomadas en sucesivos cursos de la UCM sobre Herrera, sus discípulos y su influencia posterior, tuvimos la suerte de hacer visitas especializadas al monasterio, desde los sótanos hasta lo alto de la cúpula, y la finca que lo rodea... Y nunca acabas de aprender sobre ese impresionante conjunto, eso también es verdad.
    Saludos
    Paz

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  4. Jesus. No conocia ninguno de estos lugares. Lo de la "fresquera", era curioso. Según tengo entendido la nieve procedia del Ventisquero de la Condesa, lo que no sabia es que se almacenara en ese lugar. Intentare llegarme por alli, a verlo.
    Un abrazo

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  5. Hola Paz:
    El agradecimiento es nuestro. Poder contar con esas fantásticas fotos de la Cachicanía es todo un lujo (casi no hay en Internet imágenes de este monumento).

    ¡Qué suerte haber realizado ese recorrido especializado por el Real Sitio! ¡Cómo me hubiera gustado!! Como buena cántabra, debes estar orgullosa de tus paisanos, no sólo por tu "tocayo" Herrera, sino por los maestros canteros cántabros, cuyo oficio y arte fue decisivo en las obras del Monasterio y en toda la arquitectura herreriana desarrollada en la zona.

    Un fuerte abrazo y, de nuevo, muchas gracias, Jesús

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  6. Hola José:
    Hay varios pozos de nieve en diferentes puntos de la Sierra de Guadarrama, pero mucho más rústicos y discretos que el del Monasterio de El Escorial, que se llevaba la palma por su aire palaciego. Incluso creo que, en el propio Escorial, hay otro en las laderas del Monte Abantos.
    El Ventisquero de la Condesa no fue el único nevero del que se sacaba nieve, aunque sí el más popular, para desgracia de nuestro Manzanares, que cuanto más nieve sacaban de ahí, más se reducía su caudal.

    Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo, Jesús

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  7. AÚNQUE HABÍA VISTO LAS CONSTRUCCIONES NO SABÍA DE QUÉ SE TRATABA,GRACIAS POR LAS EXPLICACIONES.UN SALUDO DE G.M.P.

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  8. Gracias a ti, Anónimo. La verdad es que, en torno al Monasterio de El Escorial, se esconden un montón de monumentos tan desconocidos como fascinantes.

    Un saludo, Jesús

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  9. Buena parte de los pueblos y ciudades españolas tenían sus pozos de nieve. De hecho, quedan restos al menos en los nombres de numerosas calles. En San Lorenzo de El Escorial, por ejemplo, se encuentra la calle de las Pozas. En Madrid, la C/ Pozas. En Las Rozas, C/ Pocito de las Nieves.
    No entiendo que os extrañe u os escandalice que los reyes, y más siendo el monasterio el lugar de la Corte, tuviesen sus propios pozos de nieve.

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