lunes, 12 de septiembre de 2011

El 'greco' de la Iglesia de San Ginés

En la Iglesia de San Ginés se conserva uno de los cuadros más importantes existentes en Madrid fuera de los museos. Se trata de La expulsión de los mercaderes del templo, también conocido como La purificación del templo, considerado como uno de las mejores trabajos de El Greco.



Doménikos Theotokópoulos (1541-1614) realizó esta pintura en Toledo, en los últimos años de su vida, en una fecha indeterminada entre 1609 y 1614. De ahí que algunos expertos quieran ver en ella el testamento artístico del pintor, donde quedan recogidas las líneas maestras de su producción.

El lienzo llegó a Madrid en 1700, cuando fue donado a la Parroquia de San Ginés. Aquí fue pasando por distintas dependencias, hasta terminar escondido dentro de un cajón, tras casi desaparecer al derrumbarse la última capilla en la que estuvo colgado.

Nadie reparó en su importancia. Se pensaba que no era auténtico o, como mucho, que pudo ser hecho por Jorge Manuel, hijo del artista, o por alguno de sus discípulos.

En 1998 el Instituto del Patrimonio Histórico Español reparó en la obra y, tras una fase de investigación, procedió a su restauración. Esta labor corrió a cargo de Antonio Sánchez-Barriga, quien contó con la colaboración del documentalista Juan Morán Cabré.

Fue entonces cuando se descubrió la firma de El Greco, oculta bajo varias capas de barniz oxidado, convenientemente disimulada dentro de la escena narrada, en una de las patas de la mesa que Jesucristo acaba de lanzar contra los mercaderes.

En 2004, la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid dotó al cuadro de una caja climática, que lo protege de golpes y agresiones. Un año después, un coleccionista privado regaló a la iglesia un mueble de seguridad.

Desde 2006 las mamparas del citado mueble se abren una vez a la semana, apenas media hora, para que el lienzo pueda ser contemplado públicamente. El horario actual es los sábados de 11:30 a 12:00 horas.

Descripción

A pesar de sus pequeñas dimensiones (136 por 132 centímetros), el cuadro condensa los rasgos que mejor definen el singularísimo estilo de El Greco, incluidas algunas señas de su periodo de juventud.

Para Antonio Sánchez-Barriga, su restaurador, el pintor hace uso de una pincelada corta, que parece "evocar su pasado como miniaturista de iconos en su Creta natal y en Italia, antes de afincarse en Toledo".

También se advierte la impronta de su formación veneciana en la iluminación de la escena, con efectos de luz llevados al extremo.

Pero es El Greco más personal, el que, a raíz de su establecimiento en España, fue evolucionando hacia un lenguaje propio y exclusivo, el que mejor queda expresado en La expulsión de los mercaderes del templo.

No en vano estamos ante la sexta y última versión que el pintor hizo del tema, en la que éste alcanza su punto culminante, más aún, su punto final.



La anulación del espacio por medio de figuras que se arremolinan y abigarran, formando pronunciadísimos escorzos, la limitación del color y su supeditación a una resbaladiza luz que provoca destellos, el alargamiento de los personajes enfatizando el lado espiritual de la composición y el fondo grisáceo, como si fuera una escenografía irreal, casi fantasmagórica, son signos inconfundibles de la etapa de madurez del artista.

Para terminar, nos hacemos eco de la anécdota que acompaña al lienzo. Distintos autores, entre ellos el restaurador Sánchez-Barriga, identifican el recinto donde se desarrolla la escena con la Iglesia del Hospital de la Caridad de Illescas (Toledo), cuyo retablo fue realizado por El Greco, sin que le pagaran por ello.

La presencia de este lugar en el cuadro, como el escenario donde Cristo irrumpe iracundo en el templo de Jerusalén, debería entenderse como un acto de venganza del pintor contra la institución que puso en jaque su supervivencia económica, acumulando una considerable deuda.

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17 comentarios:

  1. Hola Jesús,
    No quisiera darme pompa, pero fui yo el privilegiado que, tras su restauración, transportó y colocó tan magnífica obra en su vitrina actual, escoltado por cuatro policías, el jefe de seguridad del Prado y un helicóptero sobrevolándome.
    Eso sí, me has descubierto detalladamente todos los pormenores del cuadro. Gracias.
    Un abrazo.

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  2. Hola Jesús,
    la primera vez que vi esa pintura, de cerca, sin el blindaje actual, no me lo esperaba (fue en una expo en el Museo de Bellas Artes, recién restaurada) y me dio un vuelco el corazón, puedes creerme. Es una maravilla.

    PD: Romo XIII es un enchufado :-)

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  3. Hola Manuel:
    Eres una caja de sorpresas!! Me hubiera gustado tanto ver esa escena, con el helicóptero y todo. Me encanta imaginármela.

    Sólo decirte que hicisteis un gran trabajo. La lástima es que el cuadro sólo pueda verse apenas media hora a la semana.

    Un abrazo, Jesús

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  4. Hola Mercedes:
    Claro que te creo con lo del vuelco al corazón. Ya he ido varias veces a San Ginés a ver el cuadro y siempre me emociono, pese al blindaje y al habitáculo donde se expone (que la verdad sea dicho es muy pequeñito).

    Ah!! y coincido contigo en lo del enchufe de Manuel, jeje.

    Un abrazo, Jesús

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  5. Hola Jesus. Tengo un poco de grima a las iglesias y no suelo entrar mucho, pero si ademas no puede verse de manera continua...si hasta en El Prado pueden verse las obras de arte.
    Me parece complicado ir a verlo, conseguir acertar con las horas de exposición resultara complicado.
    Curiosa la historia que cuentas, y la de Romo tambien.

    Un abrazo.

    José Casado

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  6. Hola José:
    Tienes toda la razón con lo de las iglesias: o hay restricciones para ver determinadas obras, o están cerradas... o, sencillamente, no se exhibe al público lo que quieres ver. Por no hablar de los conventos: ¡cuántos tesoros en clausura!

    Muchas gracias y un abrazo, Jesús

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  7. De enchufe nada, envidiosos, trabajo duro y laborioso.
    Abrazos "pa tos".

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  8. Interesantísima noticia de la que no tenía ni idea. Pero el que lo enseñen tan sólo ¡30 minutos a la semana! es ridículo. Estaría mucho mejor en el Prado (en depósito, porque seguro no lo van a donar) para que lo pudieran ver millones de personas al año. Respecto a si es su mejor versión es discutible. Yo tengo un libro donde pone que el mejor es el que se encuentra en la National Gallery de Londres, y lo califica de una de sus obras maestras. Pero es sospechoso que esta colección de libros, original inglesa, ponga siempre los cuadros que están en su país como los mejores. Y ahora viendo los dos juntos.... vamos ni comparación, mucho mejor el de Madrid.....y en cambio apenas se conoce.

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  9. Hola Miguel Ángel:

    Completamente de acuerdo. Tenemos un tesoro escondido, que no se conoce y que sólo abrimos una vez a la semana ¡solamente media hora! Tu sugerencia de que estuviera en el Prado me parece muy acertada. Es un museo de referencia y ahí tendría que estar, al alcance de todos!!!

    También de acuerdo con que esta versión es mucho mejor que la de Londres, aunque no sepamos venderlo. Sin ser ningún experto en pintura, sólo hay que compararlas para ver que la nuestra tiene todo el sello personal del estilo singularísimo de El Greco, mientra que la de Londres peca de cierto academicismo.

    Pero siempre nos pasa lo mismo: no nos sabemos vender.

    Un abrazo y muchas gracias, Jesús

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  10. Pues mira, es un aliciente más para volver a esa iglesia, a la que no he vuelto a entrar desde que era muy pequeña. Un abrazo!

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  11. Hola Kayenna!!
    Bienvenida!! Para mí, el cuadro es un aliciente en sí mismo. Desde que lo descubrí, ya he ido varias veces a verlo, a pesar de lo restringido del horario.

    Un abrazo, Jesús

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  12. Enhorabuena por tu trabajo y por esta recuperación. Una grandisima pena que no permanezca en España todo El Greco (o el más posible).

    En esta entrevista me he dado cuenta de hasta hace relativamente poco tiempo el Greco se vendía a hurtadillas casi.

    Rafael Alonso, polémico, experimentado y prestigioso restaurador del Greco:

    http://www.elconfidencial.com/cultura/2013-10-13/el-guardian-de-el-greco_40779/

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  13. Enhorabuena por tu trabajo y por esta recuperación. Una grandisima pena que no permanezca en España todo El Greco (o el más posible).

    En esta entrevista me he dado cuenta de que hasta hace relativamente poco tiempo, el Greco se vendía casi a hurtadillas.

    Rafael Alonso, polémico ("El Caballero de la mano en el pecho" y ahora "El Expolio"), experimentado y prestigioso restaurador del Greco:

    http://www.elconfidencial.com/cultura/2013-10-13/el-guardian-de-el-greco_40779/

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  14. Gracias por tu comentario. Lamentablemente El Greco fue un pintor denostado durante buena parte del siglo XX. Menos mal que lo hemos recuperado y, pese a todo, tenemos lo mejor de este artista aquí en España.

    Saludos cordiales, Jesús

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  15. ¡Felicidades por este post, especialmente en el año "grequiano".
    Sólo un par de pequeñas discrepancias, por supuesto, rebatibles. Según mis datos, fueron siete y no seis las versiones de la expulsión, de las que sólo se conservan cuatro (y habría mucho que hablar sobre la mano o manos que pudieron intervenir en cada una.
    Y la segunda, que es difícil para mí afirmar categóricamente que sea la mejor pintura fuera de los museos que existe en Madrid, cuando hay un espléndido Martirio de San Andrés de Rubens, en la Fundación Carlos de Amberes.
    Felicidades de nuevo, por la entrada y un saludo.

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  16. Hola Paz:
    Muchas gracias por tus brillantes aportaciones, de las que tomamos buena nota. Es muy posible que tengas razón con lo de las siete versiones y también con lo del "Martirio de San Andrés", una obra excepcional. En arte no hay que ser categórico y por eso matizo esa frase de la mejor pintura de Madrid fuera de los museos, quizá demasiado rotunda.

    Muchas gracias de nuevo. Un abrazo desde "Pasión por Madrid", Jesús

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  17. A ti, Jesús. Gracias a tu post, ayer me marché a verlo (ya sabes, sólo sábado de 11:30 a 12:00 ) y sigue siendo un disfrute poder contemplarlo durante media hora.
    Un abrazo.

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