lunes, 8 de abril de 2013

Los oficios del Manzanares

El Manzanares ha sido históricamente una importante fuente de riqueza para Madrid. Alrededor del río se han forjado diferentes oficios, actualmente desaparecidos, que han sido clave para el desarrollo social y económico de la villa.

Hortelanos

La explotación del Manzanares con fines agropecuarios se remonta a los orígenes de la propia ciudad, como así atestigua el topónimo de la Cuesta de la Vega, uno de los más antiguos del callejero madrileño. Desde aquí se bajaba a las vegas del río, donde proliferaban las huertas, los sembrados y las praderas.

En uno de estos campos podemos imaginar a San Isidro Labrador, arando o, más bien, rezando, tal y como refleja esta pintura, posiblemente del siglo XVII, conservada en la Colegiata de Pastrana (Guadalajara). En ella puede verse el milagro de los bueyes, con el santo encomendado a Dios en la margen derecha del río.



Pescadores

La pesca en el Manzanares empezó a regularse el año 1202, cuando fue sancionado el Fuero de Madrid. Esta norma establecía un periodo de veda en el río, "desde el día de Pascua del Espíritu Santo o Cincuesma hasta San Martín", al tiempo que marcaba los precios de los distintos pescados (barbo, boga y especies menudas).



El oficio de pescador perduró en la ciudad hasta bien entrado el siglo XX. Así queda patente en la fotografía que adjuntamos, realizada por Ragel en 1917, y también en esta crónica que el diario La libertad publicó tres años después:

"Por haber, hay pescadores de red y de caña y hasta de mano, que persiguen a la anguila o al pez travieso o a la suculenta rana. La hora de la pesca, que se inicia al amanecer y termina a la mitad del día, es algo muy curioso y pintoresco, que da honra y relieve al río".

Molineros

A finales de la Edad Media había al menos ocho molinos en el tramo madrileño del Manzanares (Frailes, Migascalientes, Arganzuela, Ormiguera, Pangía, Torrecilla, María Aldínez y Mohed).

Pese a ello, la harina siempre fue un bien escaso en Madrid, que, en más de una ocasión, estuvo desabastecida de pan. Ni siquiera se llegaba con el llamado "pan de registro", con el que contribuyeron forzosamente los pueblos de la periferia durante los siglos XVII y XVIII.

Algunos de estos molinos (o, mejor dicho, sus restos) quedaron al descubierto durante las obras de soterramiento de la M-30. Es el caso del Molino Quemado o de María Aldínez, levantado a la altura de San Antonio de la Florida, según podemos ver en esta imagen de procedencia municipal.



Bañeros

La costumbre de bañarse en el Manzanares es muy antigua, aunque fue en el Siglo de Oro cuando quedó inmortalizada con la visión irónica y despiadada de los grandes literatos de la época. Luis Vélez de Guevara llegó a decir que "el río Manzanares se llama río porque se ríe de los que van a bañarse en él no teniendo agua".

No obstante, el oficio de los bañeros surgió con posterioridad, probablemente en el siglo XIX. Estaban al frente de unas curiosas instalaciones de baño, consistentes en unos pozos excavados en las márgenes del río, que se cubrían con una barraca de esteras para preservar la intimidad de los bañistas.

Ni que decir tiene que tales establecimientos fueron objeto de mofas y burlas. La viñeta satírica del dibujante Ortego, publicada en 1863 por El Museo Universal, ha pasado a la historia por su mordacidad. De ella extraemos el siguiente fragmento.



Areneros

La extracción de arenas del río ha sido una práctica recurrente a lo largo del tiempo. Los areneros se introducían en el cauce con sus carros de bueyes o mulos y, una vez completada la carga, trasladaban las arenas para ser usadas como material de construcción.

Uno de los caminos más utilizados era la llamada Cuesta de los Areneros, que comunicaba el Manzanares con la actual Calle del Marqués de Urquijo. La siguiente fotografía de Otto Wünderlich da cuenta de este oficio.



Barqueros

Un Manzanares surcado por barcas es una imagen que cuesta imaginar. Aún así, diferentes investigadores sostienen que, en algunos momentos puntuales de la historia, hubo dispuesta una barca para poder cruzar la corriente.

Cabe entender que ello fuera así en la Edad Media, antes de que se edificara la Puente Segoviana, precedente del actual Puente de Segovia, e incluso, una vez en pie, cuando se producían roturas en la estructura, generalmente provocadas por las crecidas del río.

En los siglos XVIII y XIX, la navegación fue posible gracias al Real Canal del Manzanares, que comunicaba fluvialmente el Puente de Toledo con la localidad de Vaciamadrid. Fue utilizado, de modo preferente, para el transporte de materiales de construcción, en especial yesos.



También hubo barcas en el Manzanares en el siglo XX, pero, eso sí, para uso recreativo y valiéndose de aguas represadas. Es el caso de la Playa de Madrid, una playa artificial construida en 1932 en el Monte de El Pardo, y del desaparecido embarcadero del Puente de Segovia, que estuvo en funcionamiento hasta los años setenta.

Lavanderas

Vamos ahora con las lavanderas, el oficio vinculado al Manzanares que ha recibido una mayor atención por parte de ilustradores, fotógrafos y pintores.

Hasta el primer tercio del siglo XX, las riberas del río estuvieron pobladas de lavaderos y tendederos, que ofrecían una imagen de Madrid entre insólita y miserable, como puede comprobarse en la fotografía inferior, tomada hacia 1905, aguas abajo del Puente Verde de la Florida.



El trabajo de las lavanderas era especialmente sacrificado y, además, estaba muy mal considerado. En el siglo XVIII, se tenía una imagen de ellas como de mujeres disolutas, dispuestas sexualmente, casi bordeando la prostitución.

En el siglo XIX mejoró su reputación y también sus condiciones de trabajo, gracias a la construcción en la Glorieta de San Vicente de un asilo, donde las lavanderas podían dejar a sus hijos pequeños durante la jornada laboral.



Y terminamos con estas dos imágenes históricas, una captada en 1900 en el entorno del Puente de Segovia con un grupo de lavanderas en un momento de descanso, y la otra fechada en 1915, en la que puede verse a dos lavanderas en plena faena, con San Francisco el Grande como telón de fondo.

17 comentarios:

  1. Pobres mujeres,incultas y teniendo que comer,los hombres de aquellos tiempos eran unos privilegiados,en todas las casas los únicos qué estudiaban o como mucho aprendían a leer eran ellos.
    Injusticias de aquellos tiempos,un saludo de G.M.P.

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    1. Hola G.M.P.:
      Gracias por tu comentario. Siempre me ha dado mucha pena este gremio, tan sacrificado, tan desprestigiado, tan mal pagado. Solo hay que ver las fotografías antiguas de los lavaderos para imaginar cómo eran sus condiciones de trabajo.

      Un abrazo, Jesús

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  2. Hola Jesús,
    Con tu permiso yo agregaría el de "Pintores". Ha sido tan retratado a lo largo de su historia que su cuenca, en ocasiones, más ha debido parecer aula de Bellas Artes.
    Interesante y curioso aspecto "manzaneril", propio de nuestro muy observador cronista particular.
    Felicidades y un abrazo.

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    1. Hola Manuel:
      Pues sí, tienes mucha razón. ¡Cómo me he olvidado de los pintores! ¡Con lo que han hecho por el aprendiz de río! Además, con todos los "ismos": romanticismo, realismo, neoclasicismo, costumbrismo, impresionismo... y con todos los formatos: lienzos, tapices, óleos, acuarelas...

      Gracias por el comentario. Un abrazo, Jesús

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  3. Hola Jesús,
    Maravillosa entrada sobre un río del que decían que se podía cruzar casi andando...
    Muchas labores se han hecho, hacen (y harán) a la vera del Manzanares, pero quizá una de las que más me llamaron la atención hace un tiempo fue la de las tenerías, fábricas donde se curte la piel para su uso doméstico y de la que existían fábricas en Madrid, a orillas de nuestro río utilizando el agua de la capital para limpiarlas y pulirlas, desde tiempos ya árabes.
    De hecho, en la vista de Madrid, de Wyngaerde,en primer plano se ve una.
    Un gran saludo.

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    1. Hola Anónimo Castellano:
      No había caído en lo de las tenerías. La verdad es que nuestro río, a pesar de su humildad, ha generado numerosas actividades a su alrededor. Gracias por ese apunte del dibujo de Wyngaerde, que desconocía.

      Un abrazo y muchas gracias, Jesús

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  4. Hola Jesús. Esplendida entrada, sobre los oficios y actividades que se han desarrollado a la vera del rio....ahora no queda ninguno!
    Pero al menos podemos recordarlos por estas imagenes y recuerdos.
    Un abrazo.

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    1. Hola José:
      Son un montón de siglos los que han convivido la ciudad y su río. Y siempre se habían mirado frente a frente hasta la construcción de la M30. Ahora, con el soterramiento de la autovía, parece que la ciudad ha vuelto a reencontrarse con su hijo.

      Un abrazo y gracias, Jesús

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  5. Hola Jesús,
    Como bien dices, al inicio del sugerente artículo, todos estos oficios relacionados tradicionalmente con el rio han desaparecido y quizá por eso Madrid ha vivido tantos años despaldas al rio, despreciándolo.
    Esta última intervención de Madrid rio, o como se llame, tiene un intento de acercar al ciudadano a sus orillas, pero creo que le falta más "chicha", nuevos usos como el ocio o deportivos. Echo mucho de menos la desaparecida imagen de La Isla como dotación deportiva en la zona y el aspecto cosmopolita de su arquitectura. Enhorabuena por el artículo y un abrazo.

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  6. Gracias Antonio:

    Tu análisis es muy certero. Cuando el río le dejó de hacer falta, Madrid lo despreció, lo rodeó de una autopista y lo hizo inaccesible. Yo siempre he sido muy crítico con el proyecto de Madrid Río, no por su realización, sino porque creo que se quedó corto en ambiciones. Tus apuntes sobre esa conexión lúdico-deportiva vuelven a dar en la diana.

    Un abrazo, Jesús

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  7. Hola Jesús, tu artículo es estupendo, interesante, y muy original. Además demuestra lo importante que ha sido/es/debería ser nuestro querido Río.
    Felicidades.

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  8. Hola Mercedes:
    Muchas gracias. Me alegro mucho de que te haya gustado. Nuestro río es pequeño, pero grande en historia.

    Un abrazo, Jesús

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  9. Carlos Viñas-Valle20 de junio de 2014, 22:28

    Tengo la sensación de que la foto que publicaste de ls barcas en el río junto al Puente de Segovia, está dada la vuelta. Las barcas tendrían que estar al otro lado del puente. Desde esa perspectiva tendría que divisarse el Palacio Real.

    Otra cuestión. En algunos comentarios sigue considerándose el río como motivo de desprecio por su escaso caudal. Cierto. Se olvida todo el mundo que cuando el Frente de Madrid en 1936, el río salvó a Madrid de la invasión. Un saludo.

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  10. Hola Carlos:
    Muchas gracias por tu comentario. Tienes toda la razón con el papel fundamental que jugó nuestro pequeño (grande) Manzanares durante la Guerra Civil, como bien reflejas en el artículo de tu blog "Ahondando Madrid" (que tanto admiro y al que tanto debemos todos los amantes de Madrid). Permíteme que ponga un enlace y recomiende su lectura:

    http://madridafondo.blogspot.com.es/2014/06/la-fuerza-del-manzanares-por-miguel.html ("La fuerza del Manzanares por Miguel Hernández")

    En relación con la otra cuestión, me han entrado dudas al leer tu comentario. Después de darle muchas vueltas, creo que la postal está bien. Está tomada desde el Paseo de la Virgen del Puerto y lo que se ve es el lado norte del puente (se reconoce porque los tajamares son triangulares y no cónicos, como los del lado sur), con el arranque del Paseo de Extremadura al fondo.

    Muchas gracias nuevamente. Un abrazo, Jesús

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  11. Reconozco que tienes razón con lo de fa foto delas barcas. Estaba equivocado, engañado por la perspectiva de la margen derecha. Muchas gracias por tus elogios. Un abrazo.

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  12. Muchas gracias a ti. Un abrazao, Jesús

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  13. Un familiar fue en su época "ayudanta de rio", alguien sabe a que oficio se referían con eso?
    Gracias y un saludo

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