lunes, 30 de junio de 2014

¿Una portada inédita de Pedro de Ribera?

La semana pasada salió a la luz una inesperada noticia. Pedro de Ribera (1681-1742), artífice de edificios tan indispensables para la arquitectura madrileña como el Cuartel del Conde Duque, el Puente de Toledo o el Museo de Historia, pudo haber intervenido en el Palacio de los Vargas, de la Casa de Campo, concretamente sobre su fachada sur.


El Palacio de los Vargas hacia 1911-1915.

Así se desprende de la investigación realizada por Luis de Vicente y Rafael Pulido, dos integrantes de la plataforma Salvemos la Casa de Campo, que han encontrado en el Archivo General del Palacio Real un documento de 1730, dirigido a Felipe V, en el que se intuye la presencia de Ribera.

En este escrito se le informa al rey de "un diseño que le ha entregado el Maestro Mayor de la Obra que es menester hacer en la Casa de Campo, en la fachada que mira al mediodía en la línea que están las columnas y arcos de medio punto, por estar muy maltratadas y amenazando ruina".


Detalle de la fachada sur en una fotografía anterior a 1936.

Según los citados autores, Pedro de Ribera pudo haber asumido este trabajo, no solo porque en esos momentos desempeñaba el cargo de Maestro Mayor de Obras, sino también por su sólido conocimiento de la zona, al haber proyectado el Paseo de la Virgen del Puerto justo enfrente de la Casa de Campo, además del Puente Verde de la Florida.

De la posible actuación de Ribera apenas quedaría la portada principal, el único elemento que Francesco Sabatini (1722-1797) decidió conservar cuando, en 1767, recibió el encargo de reformar el palacete. El arquitecto italiano le dio al edificio una severa apariencia neoclásica, que es, más o menos, la que ha llegado a nuestros días, con permiso de las desafortunadas remodelaciones acometidas en el siglo XX.


Fotografía de Santi Burgos publicada por 'El País' en enero de 2014.

Más allá de lo poco que ha salido publicado en prensa, desconocemos los detalles de la investigación desarrollada por Salvemos la Casa de Campo. De ahí que nos surjan algunas dudas, que planteamos a continuación, confesando nuestra ignorancia y desde el más profundo respeto y admiración al esfuerzo documental realizado.

Es cierto que Ribera tenía el título de Maestro Mayor de Obras en aquellas fechas, pero lo era de la villa, no de la Corona, a la que pertenecían las posesiones de la Casa de Campo. Esta vinculación directa con el consistorio no le hubiese impedido participar en las obras reales, como de hecho ha ocurrido con otros arquitectos municipales, pero probablemente no en el caso de Felipe V, que, acostumbrado al gusto francés, siempre se mostró reacio al barroco castizo.

También nos llama la atención la factura de la portada, demasiado simple teniendo en cuenta las preferencias churriguerescas de Ribera, más aún en ese momento culminante de su carrera. Ni siquiera en su etapa inicial encontramos tal contención compositiva, como podemos observar en la imagen inferior, correspondiente a la Ermita de la Virgen del Puerto (1716-1718), una de sus primeras creaciones.


Ermita de la Virgen del Puerto.

Tal vez Ribera optó por la moderación, no solo para no desairar al monarca, sino también buscando un encaje más apropiado con el trazado original del palacete, de origen renacentista. O tal vez se mantuvo fiel a su estilo genuino, levantando una portada de fuerte expresividad, que posteriormente Sabatini mutilaría para adaptarla a su diseño.


La portada andamiada, el pasado 27 de junio.

El Palacio de los Vargas es uno de los edificios más antiguos que tenemos en Madrid. No está claro cuándo pudo ser construido, aunque Fray Lorenzo de Nicolás (Arte y uso de la arquitectura, 1663)
da la fecha de 1519. Tampoco se sabe quién fue su autor y la atribución al alarife Antonio de Madrid que hacen algunos investigadores es solo una conjetura.

Sí parece cierto que su promotor fue Francisco de Vargas y que su nieto, Fadrique de Vargas, fue quien se la vendió al rey Felipe II en el año 1562. El monarca previamente había adquirido los bosques colindantes, en lo que se acabaría conociendo genéricamente como la Real Casa de Campo, nombre que inicialmente se aplicaba únicamente al palacete.

Hoy día el inmueble se encuentra en obras, dirigidas a detener los graves deterioros que afectan a su estructura. Aunque estos trabajos se encuadran dentro de un mero plan de mantenimiento, se están efectuando estudios arqueológicos que bien podrían ser aprovechados para impulsar una auténtica recuperación de las huellas renacentistas y neoclásicas del palacio. Estaremos atentos a su evolución, pero no alimentamos ninguna esperanza de que así sea.

12 comentarios:

  1. Hola Jesús, gracias por la noticia y completa historia del palacete. Es muy elocuente la comparativa de las portadas. Esperemos que con este mal llamado mantenimiento, pues es una intervención de conservación en toda regla, vayan apareciendo poco a poco esas huellas renacentistas y posteriores, como parece que va ocurriendo, aún sin medios suficientes. Es un rincón de Madrid absolutamente privilegiado que por sus diferentes destinos y ubicación ha llegado hasta nosotros salvándose de la piqueta. Seamos optimistas, por lo menos sigue en pie para contarlo.
    Un abrazo.

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    1. Hola Antonio:
      Gracias por ese optimismo que nos transmites y esperemos que, aún sin medios, el palacete consiga un buen estado de conservación. La recuperación de ese entorno, con el Reservado a la cabeza, fue uno de los proyectos frustrados de la era Galllardón. Creo que no veremos en mucho tiempo, tal vez nunca, una intervención "en serio" sobre esta zona.

      Abrazos, Jesús

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  2. Hola Jesús. Al leer la noticia, el otro dia, miré las fotos que tenia de la portada de Palacio de los Vargas, y se me ocurrió la misma pregunta que a ti, osea que me extraño, lo "normalita" que era.
    No me extrañaría que Sabattini la cambiara, para adaptarla a su estilo.
    Un abrazo.

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  3. Hola Jesús. Leí la noticia del País, con su titular tan "periodístico", y sí, era un poco sorprendente. Es una hipótesis, que podría ser cierta... desde luego también la tuya, no sería la primera vez que a Ribera le "cambian" una portada.
    A ver qué nos depara el futuro.
    Un abrazo

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  4. ¿Verdad José? Es que su simpleza llama mucho la atención, teniendo en cuenta la expresividad de Ribera. Pero los documentos son los documentos y, aunque no citan expresamente a Ribera, sí que apuntan hacia él.

    Muchas gracias por su comentario. Un abrazo, Jesús

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  5. Hola Mercedes:
    El misterio esta ahí, deseando que alguien lo desvele. Al menos, por el momento, el palacete está siendo intervenido y se están haciendo estudios arqueológicos. Tristemente, las grutas renacentistas se encuentran muy deterioradas. Han estado todo el invierno encharcadas, sin que se hayan tomado decisiones al respecto.

    Abrazos, jesus

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  6. Hola Jesús,
    Tranquilos, debemos estar tranquilos y dejar trabajar a nuestros expertos, que todos sabemos que la profesionalidad de Patrimonio, al final siempre nos obsequia con una sorpresa.
    Como se rebele la poca sangre que me toca de los Vargas...
    En cualquier caso, que Ribera no levante la cabeza. Ese sí que se cabrearía.
    Buen documento reivindicativo, Jesús.
    Un abrazo.

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  7. Hola Manuel:
    Ya lo creo que se cabrearía, con todo lo que le han demolido y con todo lo que le denostaron hasta bien entrado el siglo XX. Pero, ahí está, su genio se ha impuesto y hoy día todo el mundo le reconoce (bueno, a saber qué piensa Patrimonio). A ver cómo evolucionan estas obras, siempre se puede ir a peor.

    Abrazos, Jesús

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  8. Llevaba años preguntándome qué pintaba una puerta barroca en un edificio renacentista restaurado durante el clasicismo; pero me satisfice suponiendo que la habrían trasladado desde alguna casa demolida en época posterior. Muchas gracias por sacarme de mi error.

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  9. Muchas gracias a ti Ricardo. Todo el mérito es de la plataforma Salvemos la Casa de Campo, que ha realizado -y sigue haciéndolo- una magnífica labor documental.

    Abrazos, Jesús

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  10. El pasado mes de septiembre nos reunimos un grupo de 12 expertos, entre arquitectos, arqueólogos, historiadores etc... donde destacaba Matilde Verdu, máxima conocedora de Pedro Ribera, para cambiar impresiones sobre la puerta atribuida a Ribera y después de ver las excavaciones realizadas y toda la información existente. Se llegó a la conclusión de que la puerta fue puesta en 1730 por el arquitecto Maestro Mayor de Obras Reales Juan Román discípulo de Teodoro Ardemans del que tiene influencias, como las tuvo Ribera
    Nada más.

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  11. Muchas gracias por la información, sumamente reveladora. La noticia, tal y como apareció en los medios, ofrecía muchas dudas. Creo que los datos que aportáis en vuestro comentario son mucho más coherentes y, sobre todo, vienen avalados por expertos, con Matilde Verdú a la cabeza. Toda una institución.

    Gracias nuevamente.

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