lunes, 22 de septiembre de 2014

De cuando Madrid era un palmeral

A pesar de su difícil encaje en la climatología del centro peninsular, la palmera fue uno de los árboles más comunes de la capital a finales del siglo XIX y principios del XX. Analizamos su presencia por medio de dieciséis imágenes históricas, que nos ofrecen una estampa de Madrid entre sorprendente y exótica.

Plaza de la Independencia 

Uno de los primeros lugares en contar con esta especie vegetal fue la Plaza de la Independencia, como así se evidencia en la siguiente fotografía, tomada en el año 1900 desde la misma Puerta de Alcalá.


Postal de 1900. Hauser y Menet.

Coincidiendo con el ensanche del Barrio de Salamanca, la Plaza de la Independencia fue acondicionada con una triple alineación de árboles en las aceras y un jardín alrededor de la Puerta de Alcalá, a partir de un plan ideado por Ángel Fernández de los Ríos en 1868. En los primeros años del siglo XX el citado jardín estaba integrado preferentemente por palmeras.


Archivo Ruiz Vernacci. Fototeca del Patrimonio Histórico.

Salón del Prado

Pero si hubo algún recinto que destacara por sus palmerales, ése fue sin duda el Salón del Prado. Fueron plantados en 1905, dentro de un calculado proyecto de ajardinamiento, llevado a cabo por la Dirección de Parques y Jardines del consistorio, cuyo titular en aquel entonces era el ingeniero agrónomo Celedonio Rodrigáñez (1860-1913).


Postal de 1910.

Al parecer, el paseo se encontraba bastante deteriorado, sin las frondosas arboledas que le habían hecho famoso en los siglos XVII, XVIII y XIX. "Es un desierto que, como el Sáhara, tiene sus huracanes de arena y donde el sol abrasa al transeúnte, tostándole de arriba abajo y de abajo arriba" (ABC, 14 de julio de 1904).


Postal  de 1920.

La intervención no fue bien recibida por diferentes sectores, que cuestionaron su conversión en parque, en detrimento del concepto de paseo. "Crecerán las palmeras allí colocadas; las flores formarán vistosos cuadros, y con sus hojas y sus perfumes pondrán un punto a las alegres escenas allí desarrolladas en pasados siglos, y ni siquiera las infantiles voces y risas de los pequeñuelos darán típico carácter al desfigurado paseo" (La Época, 2 de agosto de 1905).

Archivo Ruiz Vernacci. Año 1918. Fototeca del Patrimonio Histórico.

Avanzado el siglo XX, las críticas se hicieron más fuertes. Lo que en un principio parecían ser simples palmeras enanas terminaron creciendo hasta obstaculizar la visión de los edificios y fuentes. Especial atención merecía el Museo del Prado, que, al margen de las plantaciones del propio paseo, contaba con una densa masa vegetal en la explanada que hay junto a su fachada.


Archivo Loty. Anterior a 1936. Fototeca del Patrimonio Histórico.

A iniciativa del célebre jardinero Javier de Winthuysen (1874-1956), en 1935 le fue encargado al arquitecto Fernando García Mercadal (1896-1985) un plan para modificar los jardines del paseo, incluidos los situados junto al museo. Éste fue el fin de los palmerales del Salón del Prado.

"Los jardines del Prado, como bosques de palmeras, podrían tener un cierto interés si el clima de Madrid fuese el de Málaga o Alicante, donde existen espléndidos jardines públicos con magníficos ejemplares de palmeras, pero, como tales jardines, podemos afirmar que no existen" (La Construcción Moderna, 15 de diciembre de 1935).

Otras plazas


Postal de entre 1916 y 1927. J. Roig.

La moda de las palmeras se extendió a otros espacios urbanos. Es el caso de la Plaza de Isabel II, que fue poblada con estos árboles también a partir de 1905, cuando fue instalada la estatua de la reina. O de la Plaza Mayor, cuyos desaparecidos jardines fueron construidos en 1848, si bien tenemos la impresión de que las palmeras fueron introducidas a comienzos del siglo XX.


Fotografía de 1943.

La Plaza de Colón tampoco escapó a esta corriente paisajística. A los pies del monumento del almirante fueron creados unos jardines, similares a los de la Plaza de la Independencia, aunque de mayores dimensiones, que igualmente fueron decorados con palmeras.


Postal de entre 1906 y 1914. Lacoste.

Calle Mayor

Por increíble que parezca, la Calle Mayor también fue ajardinada con varios ejemplares de esta especie vegetal. Hubo un pequeño palmeral a la altura de la Plaza de la Villa, que actuaba como línea de separación entre la calle y la explanada donde se levanta la estatua a Don Álvaro Bazán.


Archivo Ruiz Vernacci. Entre 1910 y 1950. Fototeca del Patrimonio Histórico.

En la embocadura de la Calle Mayor con la del Sacramento volvemos a encontrarnos con estos árboles. Adornaban la base del Monumento a las víctimas del atentado contra Alfonso XIII, una obra de Enrique Repullés y Vargas que fue desmantelada durante la Segunda República (1931-1939) y sustituida en la segunda mitad del siglo XX por un ángel de bronce.


Fotografía de principios del siglo XX.

Enfrente de la fachada de la Iglesia del Sacramento (actual Catedral de las Fuerzas Armadas) hubo otra palmera, que llegó a alcanzar unas dimensiones considerables y que imaginamos constituiría un obstáculo no solo para la vista, sino también para el tránsito de fieles.


Archivo Loty. Anterior a 1936. Fototeca del Patrimonio Histórico.

Jardines históricos

En este repaso histórico no podían faltar los Jardines del Buen Retiro. Además de en parterres y cuadros, las palmeras se utilizaron para la decoración perimetral de algunos hitos monumentales, como la Fuente de la Alcachofa, ubicada en las inmediaciones del Estanque Grande.

Archivo Loty. Anterior a 1936. Fototeca del Patrimonio Histórico.

No muy lejos de la Fuente de la Alcachofa se encuentra la de los Galápagos (o de Isabel II), que también fue ornamentada con varios ejemplares de esta especie vegetal.


Postal de principios del siglo XX. Hauser y Menet.

La estatua de Goya que hoy día custodia una de las entradas del al Museo del Prado estuvo, en un primer momento, en el Paseo de Coches, junto a la Casa de Fieras. La siguiente fotografía nos la muestra en el citado emplazamiento, rodeada, cómo no, de palmeras.

Fotografía de 1902.

Y terminamos en el Campo del Moro y, más concretamente, en la Fuente de los Tritones, una de las más antiguas que tenemos en Madrid, donde los jardineros repitieron el mismo esquema que acabamos de ver en las tres imágenes anteriores.


Archivo Moreno. Fototeca del Patrimonio Histórico.

10 comentarios:

  1. Hola Jesús, el título y las imágenes son de lo más elocuentes. He estado buscando una explicación a este extraño fenómeno, teniendo en cuenta el clima de Madrid (aunque empleaban el tipo palmito, que es la más resistente al frio). Se me ocurre la relación de esta planta con la escuela Beaux Arts y con el Art Nouveau, a raíz de las Exposiciones internacionales y sus grandes invernaderos donde se exponía la flora tropical junto a los últimos ingenios industriales. El salto de los interiores al exterior o viceversa es muy típico junto a los grandes hoteles de Niza y Cannes de esa época. Por cierto, cuando el Palace de Madrid cambió de cadena plantaron una buena tira de palmeras frente a la fachada de Neptuno que le da un aire muy de Riviera francesa.
    Estupendo artículo. Un abrazo

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    1. Gracias Antonio.

      Creo que la relación que estableces tiene mucho sentido, sobre todo teniendo en cuenta el momento histórico que se vivía, con los grandes descubrimientos geográficos de la época y el espíritu colonialista, que conllevaban un cierto gusto por lo exótico. Es verdad que los palmitos fueron los que más se plantaron, pero también se instalaron varias palmeras canarias en el Paseo del Prado, que, a saber, las pobres cómo se pudieron soportar las heladas madrileñas. En fin, que no deja de ser curioso...

      Abrazos, Jesús

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  2. Hola Jesús, como dice Antonio has escrito un artículo estupendo. Curioso y muy documentado, se nota que has trabajado mucho, gracias y enhorabuena.
    Aparte el interesante tema de las palmeras, es tremendo comparar estas fotos, más o menos conocidas, pero que tu has tenido el acierto de unir, con el presente. Los jardines antiguos de las plazas con los actuales (o mejor, su inexistencia).
    Abrazos.

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  3. Hola Mercedes:
    Muchas gracias, conociendo, como conocemos, tu pasión por la jardinería y los numerosos artículos que has escrito en tu blog sobre los jardines madrileños. La comparación es muy triste: en las últimas intervenciones realizadas en las calles y plazas madrileñas se ha apostado por un concepto duro y no se ha dejado apenas rastro de aquellos jardines de finales del XIX y principios del XX (aún recuerdo tu post sobre la remodelación de la Plaza de la Independencia). Una pena.

    Abrazos, Jesús

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  4. Bueno... es un error hablar de "esta especie", porque el genérico vulgar 'palmera' abarca unas cuantas decenas de géneros y casi 600 especies distintas; y si bien es verdad que generalmente son de climas cálidos y a menudos secos, como la palmera datilera o incluso la canaria, la mayoría de las que aparecen en estas imágenes son de una especie chino-japonesa de clima templado o incluso templado frío, Trachycarpus fortunei

    En lo que lleva razón es en lo de las modas en jardinería

    Un saludo

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  5. Hola Lansky:
    Muchas gracias por tu comentario y por tus precisiones y correcciones, que me dan pie a pedir disculpas por los "errores" de bulto cometidos. Ahí quedan tus aclaraciones, gracias nuevamente.

    Saludos, Jeús

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  6. En Carabanchel, entre las calles General Ricardos, Ntra. Sra. de la Luz y Espinar, está la "Plaza de la Palmera" (creo que la denominación es oficiosa, no del cachejero), minúsculo jardincito procedente de las expropiaciones de la prolongación/desvío de General Ricardos hacia Eugenia de Montijo,

    Tiene actualmente 2 ejemplare, uno chaparro y otro de gran altura, creo que de diferente especie. Creo recordar que hubo un tercero que desapareció con dichas obras, hará unos 30 años.

    Se comenta que fueron plantados por la congregación religiosa que ocupa una parcela cercana, de la que se habría desgajada esta, aunque creo recordar que el entonces callejón del final de Espinar siempre las habría separado.

    En Google se puede ver una vista aerea y algunas fotos

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    1. Muchas gracias Anónimo por tu comentario y por los datos que nos aportas. Compruebo que esto de las palmeras no era una cosa exclusiva del centro histórico.

      Gracias nuevamente. Saludos desde "Pasión por Madrid", Jesús

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  7. Hola Jesús. Me había perdido este post. Que envidia produce ver esas imágenes, y no lo digo solo por las palmeras, sino por los arboles en general.
    En Madrid, cada vez hay mas granito.
    Un abrazo.

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  8. Hola José:
    Han cambiado mucho los tiempos y el gusto por los jardines como un elemento urbano ha desaparecido casi por completo. Se ha impuesto el concepto de plaza dura en el centro de Madrid y lo peor es que no se ha hecho por convicción estética, sino para evitar los costes de mantenimiento que conllevan los jardines o para facilitar la instalación de mercadillos en nuestras plazas.

    Gracias por tu comentario. Abrazos, Jesús

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