martes, 23 de febrero de 2010

El Puente de San Fernando


Los tres ojos del tramo occidental.

De todos los puentes históricos de la ciudad de Madrid, el de San Fernando es, sin duda alguna, el más desconocido. Su emplazamiento en el Monte de El Pardo, alejado del núcleo urbano, y su difícil accesibilidad, al estar encerrado dentro del nudo viario de Puerta de Hierro, donde confluyen las autopistas M-30 y A-6, han contribuido a su olvido.

Hasta el último tercio del siglo XX, fue una de las vías de servicio que desviaban el tráfico rodado hacia la Carretera de La Coruña. En el año 2007 quedó integrado dentro del Anillo Ciclista de Madrid, lo que le ha dado un uso preferentemente deportivo, si bien aún está permitida la circulación de vehículos para acceder a las instalaciones deportivas de la zona.

Historia

Situado sobre el río Manzanares, el puente toma su nombre de una de las esculturas que lucen en su pretil, erigida en honor de San Fernando. Empezó a ser llamado así en el siglo XIX, ya que, con anterioridad, era designado como Puente Verde. Tal denominación provenía de la vieja pasarela de madera a la que sustituyó, conocida como Puente Verde de Madera.

Se construyó en el año 1750, en el contexto de un proyecto de acotamiento de El Pardo y mejora de su accesos, llevado a cabo durante el reinado de Fernando VI, aunque gestado en tiempos de su padre, Felipe V.

Además de esta infraestructura, se crearon otras muchas, entre las que cabe destacar la cerca que rodea al Real Sitio, la Puerta de Hierro, la gavia de Fuencarral y una serie de pequeños puentes, que salvan los arroyos de Valdeculebras, de las Viudas, de Tejada y de Trofa, todos ellos afluentes del Manzanares.

Fue diseñado por el arquitecto Jaime Bort, autor de la fachada principal de la Catedral de Murcia, quien, avalado por su trabajo en el Puente Viejo de esta ciudad, fue reclamado por la Corte para ponerse al frente de las obras. Llegó a Madrid en 1749 y, un año después, en diciembre de 1750, consiguió terminar el encargo. En la decoración del puente, intervino su hermano, el escultor Vicente Bort.

Descripción


Tramo oriental, con cuatro ojos.

En el Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar, publicado en 1845, Pascual Madoz se refería al puente en estos términos: "es de de mucha extensión y consta de seis ojos, viéndose en el centro del antepecho las estatuas de San Fernando y la de Santa Bárbara".

Tal y como describe Madoz, su longitud es considerable, si bien la estructura que señala ha sido modificada sustancialmente, al haberse reajustado el número de vanos como consecuencia de una variación del curso del río.

En su configuración actual, el puente presenta dos tramos independientes, construidos en diferentes épocas. El situado en la parte más oriental es el primitivo. Como se ha dicho, se levantó en 1750 y consta de cuatro ojos (dos menos que originalmente), con luces comprendidas entre los 6,20 y los 8,45 metros.

El desplazamiento sufrido por el cauce obligó a levantar un nuevo tramo en el año 1856, siguiendo el mismo estilo del primer puente. Tiene tres vanos, todos ellos con una luz de 9,75 metros. Es en esta parte por donde discurre la corriente, mientras que la otra ha quedado asentada sobre tierra firme.


Fotografía de la segunda mitad del siglo XIX, con el tramo nuevo.

Los dos tramos quedan unidos mediante un muro, que da continuidad longitudinal al conjunto, de tal forma que, desde el tablero, no se percibe la existencia de dos estructuras.

Todos los arcos son de medio punto y, en su base, dan cabida a una serie de tajamares, de planta semicircular y con remates cónicos, situados a ambos lados del puente. En lo que respecta a la fábrica, está levantado enteramente en sillería de granito.

A diferencia de la vecina Puerta de Hierro, construida al mismo tiempo que el Puente de San Fernando, los elementos decorativos no son muy abundantes.

Tan sólo hay que señalar la presencia de dos esculturas, que representan a Fernando III el Santo y a Santa Bárbara. Están colocadas frente a frente en sendos pedestales, a ambos lados del pretil, y fueron erigidas en honor de los reyes Fernando VI y Bárbara de Braganza, por ser los santos de quienes provienen sus respectivos nombres.


Vista del tablero.

Como se ha citado, las dos estatuas son obra de Vicente Bort, uno de los artistas que había colaborado en los grupos escultóricos del exterior del Palacio Real, los populares 'Reyes godos', con los que aquellas guardan similitudes más que evidentes, como puede observarse en las fotografías adjuntas.


Estatuas de Santa Bárbara y de Fernando III el Santo.

4 comentarios:

  1. Lo conocí gracias al anillo verde ciclista, es agradable cruzar por él sabiendo que tiene historia y la cantidad de vehículos tirados a caballo y posteriormente motorizados que habrán pasado por él, si no contamos el tembleque que produce la bici al pasar por su firme de piedra.

    Gracias por los datos!

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  2. Gracias mr_vjc.
    Lo mejor que le ha podido ocurrir al puente es quedar reservado para el ciclismo.

    Un abrazo, Jesús

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  3. Hola, acabo de leer tu entrada sobre el Puente de San Fernando y comentas que también era conocido como el Puente Verde. Recuerdo haber leído hace tiempo algo sobre el Puente de la Reina que sustituyó a uno más antiguo llamado también el Puente verde, lo que me genera confusión. ¿había dos acaso?.

    Un saludo.

    Santiago.

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    1. Parece que sí, según la Wikipedia el Puente de la Reina Victoría sustituía al puente verde llamado así por su barandilla: https://es.wikipedia.org/wiki/Puente_de_la_Reina_Victoria_(Madrid)

      Mientras que el de San Fernando sustituía a un puente verde de piedra: https://es.wikipedia.org/wiki/Puente_de_San_Fernando

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