lunes, 13 de septiembre de 2010

El río Manzanares, según Gómez de la Serna



El Manzanares, tantas veces ridiculizado, vilipendiado y burlado a lo largo de la historia, encontró en la figura de Ramón Gómez de la Serna (1888-1963) uno de sus más fervientes admiradores.

Se trata de uno de los escasísimos autores que no han arremetido contra el río, a diferencia de los grandes poetas y dramaturgos del Siglo de Oro, que no dejaron títere con cabeza en sus referencias al Manzanares.

Sólo hay que recordar la rotunda definición que Quevedo hizo de él, como un "arroyo aprendiz de río", o la ácida comparación de Tirso de Molina, cuando afirmaba que "como Alcalá y Salamanca tenéis, y no sois colegio, vacaciones en verano y curso sólo en invierno".

A continuación, reproducimos parcialmente el artículo "La realidad del Manzanares", escrito por Gómez de la Serna. En este ensayo, el escritor madrileño defiende al río de las afrentas sufridas, haciendo valer una pluma divertida, irónica y elegante, muy cercana a la greguería, el género que él mismo inventó.

Sin hidrofobia. "Hay que comprender al Manzanares sin esa hidrofobia con que se le juzga. Hay que no ser tan incontinentes y tan sedientos como hidrópatas o hidropésicos al juzgar el Manzanares. ¿Cómo se entiende esa voracidad y esa desesperada necesidad de la magnitud y el caudal?"

La vena más delicada de la sierra. "El Manzanares, la vena más delicada del gran Guadarrama, de cuya profundidad sale, y es como el más puro sedimento de sus alturas, se orea en todo su paisaje por el El Pardo y toma como el vivo sentido del paisaje que hay en su fondo. Por pasar por El Pardo es por lo que tiene más refinada aún su delicadeza nativa, y por lo que es un río de cuadro, río gracioso, de sentido sutil".

Breve como una puntilla. "El Manzanares es breve como una puntilla, pero de esas puntillas de magnífico arte, y todos los hilillos de sus aguas están trabajados y son filigrana pura".

Como un río de un nacimiento. "Tiene toda la belleza el Manzanares de los ríos de los nacimientos, los ríos más verdaderos que existen y los de reflejos más agudos y refrescantes".

El río humano. "El Manzanares es el río humano, que no se pone de pie sobre la tierra como los ríos profundos, ni se atropella, ni irrita sus orillas, ni se engarabita, ni mete ruido; él, tendido silencioso, se deja deslizar, y es como el nadador desnudo que con los brazos detrás de la cabeza y boca arriba se dejase llevar, se deslizase fluido como lo es un río".

Más paisaje que agua. "El Manzanares tiene paisaje más que agua, y en su alma, o sea en eso que parece agua, pero que es espíritu, lo que tiene mejor resuelto es el sentido de ese paisaje gentil que atraviesa y que está educadísimo".

Una 'huerta de agua'. "Más que río, parece una 'huerta de agua', y numerosas ranas le adoran, porque es el río discreto para las ranas, el río que no las ahoga por su exceso de caudal o por su precipitación".

El río, como pudo verlo Ramón



Año 1900. El Manzanares a su paso por San Francisco el Grande.




Principios del siglo XX. Infraviviendas y lavaderos en las riberas del río, con el Palacio Real al fondo.



Año 1910. Lavaderos del Manzanares.



Año 1920. El río, antes de entrar en el núcleo urbano.



Año 1920. Vista del Puente de Toledo.

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6 comentarios:

  1. Preciosas y sentidas palabras. No entiendo la necesidad de ridiculizar algo porque no te guste. Para eso están los colores. Me encantan las fotos, sobre todo la de los lavaderos con el Palacio de fondo.

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  2. Las fotos antiguas son una joya, gracias por compartirlas.

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  3. Jesús, enhorabuena y ¡muchas gracias! por tus artículos sobre el Manzanares, este es precioso en verdad.

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  4. Gracias Jaime, Pilar y Mercedes por vuestros comentarios. Pese a su "brevedad", le tengo mucho cariño al Manzanares y también a Ramón Gómez de la Serna. Éste fue más allá de la "hidrofobia" con la que tradicionalmente se ha juzgado al río y supo captar la belleza de lo diminuto, como si se tratase un "río de los nacimientos", según su propia definición. Las palabras que dedica al río son sencillamente deliciosas (filigrana, puntilla, vena delicada...)

    Un abrazo fuerte, Jesús

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  5. Excelente homenaje al río. Ojalá que algún día se pueda pasear por toda su ribera, desde el Puente del Rey hasta El Pardo (hay algún tramo paseable, otros están cerrados al público) y también desde el parque lineal hasta el Jarama, donde es más fácil llegar, aunque hay tramos que se separan del río. Las sendas fluviales son casi siempre los mejores paseos que pueden darse. Y este está lleno de historia.

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  6. Hola Carlos:
    Es verdad. Falta ese enlace con El Pardo, donde el río se encuentra con "su paisaje", como decía Gómez de la Serna. Un abrazo, Jesús

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